Libros, folletos, memorias, informes, artículos y otros documentos relacionados a la arqueología de las culturas Chiripa, Khonkho Wankane, Tiwanaku, Collas Aymaras, Inka y otras, producida por Victor Williams Plaza Martinez y otros contribuyentes a la arqueología boliviana.
lunes, 30 de abril de 2018
sábado, 28 de abril de 2018
KHONKHO WANKANE: Sitio arqueológico pretiwanaku en el municipio de Jesús de Machaca
Segunda Edición
En la extensa planicie del municipio de Jesús de
Machaca, situada al sur del valle de Tiwanaku en el departamento de La Paz,
Bolivia, se levanta discreta en la comunidad de Qhunqhu Liquiliqui la silueta
de un amplio montículo de tierra ocupado entre los años 100 a.C. (antes de
Cristo) a 1470 d.C. (después de Cristo) por gente que transformó una disminuida
elevación natural pre existente en su principal sitio doméstico y lugar de sus
más importantes ritos vinculados a sus creencias. Este montículo al que hacemos
referencia, se conoce hoy con el nombre de Khonkho Wankane.
Aunque no conocemos el significado real de los vocablos
Khonkho Wankane, éste llamo la
atención de algunos observadores por sus interesantes bloques de piedras
paradas y enigmáticos monolitos hallados en la cima del referido montículo.
Después de que un minero de nombre Valentín López de Diego denunciara la existencia del sitio en 1936, el arqueólogo boliviano Maks Portugal Zamora visitó el lugar en reiteradas oportunidades, sacando a la luz pública por prensa escrita, pormenores del novedoso sitio arqueológico identificado. A Portugal Z. le siguieron otros estudiosos como Stig Rydén en 1938, Alan Kolata y Oswaldo Rivera en la década de los 80 y, recientemente, el Proyecto Arqueológico Jach’a Machaca (PAJAMA), conformado por arqueólogos bolivianos y extranjeros, dirigidos por John Janusek, Víctor W. Plaza M. y Carlos Lémuz Aguirre. Como resultado de estas investigaciones, los aportes a la historia de Khonkho Wankane fueron valiosos, especialmente los conseguidos en los años 2005 a 2007 de la pasada década.
EL SITIO ARQUEOLÓGICO
Y SU ACCESO
Los visitantes que deseen llegar Khonkho Wankane
deberán arribar primero a la actual comunidad de Qhunqhu Liquiliqui, sea
viajando por el camino carretero de Viacha – Chama - Jesús de Machaca o por la
ruta Tiwanaku – Guaqui – Jesús de Machaca y la comunidad citada.
Llegando a la comunidad, los viajeros podrán
observar que a solo 1 km rumbo sur en la planicie amarillenta, se eleva el
único montículo de Khonkho Wankane, que es una notoria colina de aproximadamente 10 m. de altura y
12 hectáreas de superficie en promedio[2], cuya fisonomía
revela que la parte central de la cima presenta un área hundida que deja en las
inmediaciones una superficie más elevada.
Del mismo modo, en el sitio se pueden observar
cinco enormes bloques de piedra tallada a los que comúnmente conocemos con el
nombre de monolitos. Estos son el Tata Qala, que se halla tendido en la parte
central del montículo; el Wila Qala, erigido en la ladera sureste; el Jinchun
Qala, parado al sur y próximo a la base del montículo y; finalmente, “los
monolitos Portugal”, parados juntos en la ladera oeste del montículo Khonkho
Wankane. De ellos, el de mayor tamaño es el Tata Qala que tiene una longitud de
5.20 m. aproximadamente. Asimismo, dispersos en toda la superficie del
montículo se hallan fragmentos de materiales antiguos de naturaleza cerámica,
ósea, lítica y otras, que manifiestan la intensa actividad cultural que se llevó
a cabo en antiguos tiempos.
LA HISTORIA
DE OCUPACIÓN DEL SITIO
Las investigaciones arqueológicas realizadas por el
PAJAMA desde 2001 en adelante, han permitido conocer que el montículo de
Khonkho Wankane fue, inicialmente, una pequeña elevación natural con superficie
de altibajos. En ella se asentaron los primeros habitantes de la zona, quizá
anticipando un par de siglos el inicio de la presente era. Ciertamente, a juzgar
por los desechos de carbón que fueron datados y los pequeños fragmentos de
cerámica sencilla y escasos restos de hueso animal hallados en los primeros y estratos
del sitio, se concluye que antes del año 150 d.C. el lugar ya albergaba las primeras agrupaciones humanas que
produjeron considerable cantidad de desechos de tipo doméstico.
Con el transcurrir de los años, el dominio de su entorno y probablemente el incremento de sus habitantes, los pobladores del sitio organizaron la edificación de sus casas bajo un patrón arquitectónico peculiar para entonces. Una serie de pequeñas habitaciones de planta circular fundamentalmente, con
Ulteriormente, como todo auge que tiene después un
declive, hubo también un periodo de desatención y destrucción gradual de estas
construcciones. Estimamos que toda esta segunda
fase de auge arquitectónico y su declive duró entre el 200 a 430 años d. C.
Pasado el tiempo en el que se utilizó el modelo de
casas dentro los patios mencionados, las generaciones posteriores por razones
aún no establecidas decidieron realizar cambios importantes en la expresión de
su arquitectura. Los cimientos de las habitaciones y patios fueron
intencionalmente tapados con grueso relleno de arcilla de río hasta superar los
2.5 m. de altura, usando, no obstante, las bases de los patios preexistentes para
levantar altas y portentosas plataformas de tierra limitadas por paredes
coincidentes con la cara exterior de dichos cimientos. Así, las plataformas
cuya función seguramente alentó la realización de místicas ceremonias, daban un
nuevo aspecto y jerarquía al sitio. Sin embargo, el plan no dejó de lado
algunas consideraciones verdaderamente importantes, como la dotación de un
sistema de drenaje para el montículo, que fue cumplido con la construcción de
un canal subterráneo trabajado con piedras angulares en las paredes y largos bloques
de piedra transversalmente dispuestos a modo de techo. Las dimensiones de este
interesante ducto de sección trapezoidal con 55 cm de ancho en la base, 45 cm a la altura del techo y
70 cm de
la base al techo, excedía los 100
m . de largo, con un recorrido sinuoso hacia el sur del
montículo. Considerando la época en que el canal fue construido, este reflejaba
una novedosa pero adelantada técnica de ingenio, digna de admiración de sus
arquitectos.
La construcción de las plataformas debió durar poco
tiempo, tal vez menos al de su propio uso; empero, algunos años después, las
plataformas y sus funciones fueron notoriamente desatendidas, donde la falta de
mantenimiento de tan enormes construcciones dio paso a su deterioro con el
desmoronamiento de sus porciones laterales y la erosión de gran parte del
compuesto. Así, tal desatención generó la formación y acumulación de nuevos
estratos arqueológicos junto a la base de las construcciones, elementos que
permiten hoy interpretar que el olvido duró al parecer varias generaciones.
La construcción, uso y abandono de las plataformas,
acaecido entre el 430 a 550 años d.C., deja entrever la luz y sombra del sitio
Khonkho Wankane durante su tercera Fase.
Con todo, las transformaciones de los modelos
arquitectónicos en manos de los habitantes del sitio no cesaron un poco en el
pausado transcurrir del tiempo, porque años después del 550 d.C., vino la
admisión de otra nueva técnica arquitectónica consistente en la implantación de
grandes bloques de piedra dispuestos a distancias regulares, rellenadas en
medio con pequeños sillares que formaron ciertamente los paramentos de los
edificios. Adjunto, se introdujeron también los interesantes templetes
semisubterráneos desconocidos en el sitio hasta aquel entonces, con los que se
completó la caracterización de la nueva fase arquitectónicamente distinguible en el sitio.
En el atardecer de la historia del montículo,
también se hicieron presentes los restos cerámicos de la cultura Tiwanaku,
estos yacen en la superficie de ciertos sectores del sitio, entreverado con los restos de cerámica Pacajes y en
alguna proporción con los fragmentos de la cerámica Inca. Sin duda, la
ocupación de Khonkho Wankane fue bastante prolongada.
LA
PRODUCCIÓN CERÁMICA Y OTROS MATERIALES
En cuanto a los restos óseos encontrados en las
excavaciones, éstos delatan la domesticación y beneficio de la llama entre
otros animales como el venado, peces y aves.
Por su parte, la metalurgia conoció la fundición
del cobre, la plata y el oro, permitiendo la producción de diversos y pequeños objetos
utilizados para ornamentar sus cuerpos y sus vestimentas, tanto en vida como de
muertos. Restos de estos metales se descubrieron en algunos entierros hallados debajo
de los pisos de sus casas.
Por último, el trabajo en piedra incluye varios
objetos como puntas de proyectil, boleadoras, hachas, azadas agrícolas, etc. Además
de piedras talladas con rica iconografía como los que tienen los enormes monolitos,
que exhiben delgadas incisiones representando figuras semejantes a ellos mismos,
variedad de fauna y sus veneradas divinidades.
.
CONCLUSIÓN
Resumiendo lo expuesto, se puede concluir que la
ocupación del montículo de Khonkho Wankane fue bastante prolongada,
probablemente desde el 100 a.C. hasta finalizado el tiempo preinca de los
señoríos Pacajes (1470 d.C.). Sin embargo, las construcciones que acrecentaron
la fisonomía del montículo fueron realizadas por los pobladores del Formativo
Tardío o pretiwanaku, allá entre el 200 a 550 d.C.
AGRADECIMIENTOS
Con gran estima van mis agradecimientos a las autoridades de Qhonqho Liquiliqui encabezados por el Jiliri Mallku Dámaso Murillo y cada uno de los comunarios por el apoyo prestado a los arqueólogos del PAJAMA durante las temporadas de campo.
Con gran estima van mis agradecimientos a las autoridades de Qhonqho Liquiliqui encabezados por el Jiliri Mallku Dámaso Murillo y cada uno de los comunarios por el apoyo prestado a los arqueólogos del PAJAMA durante las temporadas de campo.
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